10.9.04

Como Roma

Como Roma, en la cúspide de la demencia buscás alimentarte de los cuerpos que sufren tu alienación. El poder te enceguece, tu alma ennegrecida sólo quiere más y más. De lo que sea, sólo un poco más.
Sos imperio despiadado, pulgar aplastante, máquina de hambre y muerte. Sos cielo de plomo, pólvora hiriente, mentiras de libertad.
En la cumbre de tu ambición propinás destellos que riegan con sangre un suelo que no te pertenece. Mirás con indiferencia los ojos de quienes dejás sin techo, sin madre, sin esperanza.
¿Cómo describirte? Si a veces cuesta creer que estés ahí, observándolo todo, decidiéndolo todo. Siempre en guardia.
Como Roma, vas a caer. Y cuando las bestias caen el ruido es ensordecedor. Vas a caer y yo voy a estar ahí, viéndote.
Sonriendo.